Las jineteadas gauchas (actividad ecuestre) vuelven a realizarse en Semana de Turismo en la capital uruguaya bajo el cuestionamiento de organizaciones animalistas que las ven como una actividad cruel para los equinos.
«Son actividades de otro siglo, que no tienen ningún sentido en esta época, simplemente por el gusto de algunas personas. Realmente es violento», denunció en diálogo con Xinhua la activista de la Plataforma Animalista, Karina Kokar.
Activistas de esta plataforma y otras organizaciones, quienes suelen manifestarse pacíficamente frente al predio de la Rural del Prado, donde desde hace casi un siglo se realiza la Semana Criolla, pretenden ir más allá este año mediante una campaña de recolección de 200.000 firmas para exigir la prohibición de las jineteadas en el departamento donde está la capital uruguaya.
«Sería algo histórico y una gran señal para todo el interior», sostuvo Kokar, quien reconoce que fuera de la capital las jineteadas que se realizan no tienen supervisión de veterinarios ni medidas que aplaquen el sufrimiento animal.
Por su parte, en el evento de presentación de la temporada de jineteadas, la directora de Cultura de la Intendencia de Montevideo, María Inés Obaldía, aseguró que las jineteadas de Montevideo son las «más seguras» del país, «las que tienen los mejores controles y los más completos» para «cuidar» tanto a jinetes como a animales.
«Este año se incorpora el uso de chalecos para los jinetes», a la vez que «todos los palenques son de punta roma (redondos), para que no haya ningún daño, ni siquiera menor, a cualquiera de los animales», sostuvo la funcionaria.
En los últimos años, el Gobierno capitalino ha adoptado medidas y ajustado el reglamento para minimizar las lesiones y el maltrato a los animales, por ejemplo, con la incorporación de espuelas sin puntas, palenques acolchonados y asignando veterinarios para controlar la salud de los animales.
El evento de la Rural del Prado, organizado por la intendencia de Montevideo, atrae a miles de espectadores en estos días e incluye propuestas culturales y comerciales con varios escenarios artísticos.
El debate abarca todo Uruguay, ya que en el interior las jineteadas casi no tienen controles, aunque desde el 2004 son consideradas deporte nacional.
La polémica gira entorno a quienes defienden la tradición y los que priorizan el bienestar de los animales.