En una jornada clave para la investigación, la fiscal Jéssica Pereira tomó declaración a varios testigos y se centró en la pericia. Sobre este último punto, surgieron contradicciones en relación al informe técnico realizado en primera instancia, precisamente sobre la velocidad de circulación permitida en la zona por donde se desplazaba el la unidad de Copsa, al momento del siniestro que se cobró la vida de una pasajera de 15 años.
El vuelco del ómnibus se registró el pasado 12 de enero en el kilómetro 93 de la Ruta 9, La pericia realizada concluyó que el accidente ocurrió a causa de un error humano por exceso de velocidad y dejó asentado que el vehículo viajaba a 110 kilómetros por hora, en un tramo donde el máximo era de 60. Fuentes del caso, indicaron que en realidad la zona está habilitada para desplazarse a un máximo de 90 kilómetros por hora.
En cuanto al estado del coche 540 de Copsa, factor en discusión desde el momento de accidente, varios de los entrevistados por Pereira -entre ellos el chofer titular, pasajeros y otros trabajadores de la empresa Copsa- coincidieron en que la unidad se sacudía, mostraba inestabilidad y no se encontraba en condiciones.
Cabe destacar que el conductor del ómnibus al momento del siniestro no era quien manejaba habitualmente el vehículo, sino que había sido contratado especialmente para ese viaje.
En la instancia desarrollada este lunes 6 de marzo, en la sede de Fiscalía de Maldonado estuvo presente el representante legal de las víctimas, Rafael Silva, y el abogado del chofer Sebastián Serrón.
