¿Cuánto tiempo hace que te dedicas al turismo?
Bueno, de manera profesional, desde el 2008. Fue el momento en que ingresé a la Dirección General de Turismo de la Intendencia de Maldonado, en un llamado interno para técnicos en la materia. Yo recién me había recibido de Técnico en Turismo y estaba cursando la Licenciatura Binacional en Turismo en la Facultad de Humanidades en Montevideo.
Así que me presenté y felizmente entré a trabajar a mediados del 2008.
Desde hace años estás muy enfocado en consolidar propuestas de turismo productivo y cultural, destacando las costumbres, productos y gastronomía de la zona, así como el trabajo de los artesanos. ¿Qué propuestas de este tipo ofrece Maldonado
Creo que lo primordial en todo esto es que el Uruguay entero, en algún momento de esta historia (y a partir del comienzo del siglo XXI) empieza a pensar desde el punto de vista turístico, mucho más allá de lo que es el “Sol y playa”; y el Turismo Termal, que en aquel momento eran las dos modalidades de turismo icónicas en el país, con algo del turismo histórico- cultural en Montevideo y en Colonia, ya declarado Patrimonio de la Humanidad.
Así que creo que en el afán de salir de la crisis en el año 2012, el turismo cobra una relevancia más que importante y ahí se empieza a ver el Uruguay netamente turístico y se comienzan a manejar cuestiones referentes a la necesidad de articular otro tipo de oferta, ya no solamente pensando en el ansiado concepto de “romper la estacionalidad turística”, sino también de diversificar la oferta de turismo del Uruguay.
Una de las cosas que suceden en aquellos años es el comienzo y el arribo de las primeras experiencias de Turismo de Cruceros, que todos recordamos.

Luego, comenzamos a tratar a Uruguay como un país turístico, pensando en la oferta de turismo rural, en espacios naturales. También a ver ofertas de turismo cultural, no solamente en Montevideo y Colonia y a valorar esa oferta turística uruguaya en cultura, tradiciones, gastronomía y ni que hablar, de productos como el vino, aceites y demás.
Luego llegamos a las fiestas tradicionales, poniéndolas en valor, acercando los turistas a las tradiciones y raíces del mundo uruguayo y a pensar el país como un todo, diversificando todo lo que no fuera de servicio desde nuestro país, ya sea dentro de Montevideo, hacia el interior y de Punta del Este hacia el interior de la Región Este del país.
¿Es importante el trabajo de la planificación turística a nivel regional, sea dentro del país como con ciudades limítrofes?
Maldonado es uno de los departamentos, junto con Rocha, Treinta y Tres, y Lavalleja, que comienzan a pensar el turismo en clave regionalización.
No pensamos en Punta del Este y nos despegamos de un territorio, sino que Punta del Este está inmerso en un territorio que es riquísimo costumbres y tradiciones; claro, que esas costumbres y tradiciones sirven para afianzar mucho más la propuesta turística de Piriápolis, de Punta del Este, La Paloma de la Pedrera, etcétera. En ese sentido empezamos a trabajar y es un desafío enorme para Uruguay continuar haciéndolo con productos innovadores.
Creo firmemente que, para el este del país, y la región es fundamental trabajar en conjunto porque tenemos muchas complementariedades. Los diversos destinos de la región no debemos verlos como competencia, sino como un complemento a nuestras propuestas de gastronomía, al desarrollo de los productos de naturismo, de olivo, turismo.
Hoy la gastronomía es una insignia. Punta del Este tiene propuestas como Cordero. Esteño y Pacto Oceánico, que son valiosísimas, no solamente para Punta del Este y su zona de influencia, sino para sumar toda una región.

Y lo mismo en Lavalleja, Treinta y Tres, Cerro Largo y Rocha, esa zona este en la que estamos inmersos. Así que tenemos mucho para ganar y tenemos mucho para desarrollar.
¿Y trabajar con zonas limítrofes, como lo hace la zona termal?
Justamente hay temas que son muy relevantes, la cultura rioplatense, en primer lugar, que es compartida con Argentina, Además, ahí a veces te pierdes un poco, no sabes si estás en Uruguay, o estás en Argentina, si no existieran las fronteras políticas diríamos que parecen un solo país, porque nuestras costumbres y tradiciones son muy similares.
Podemos diferenciarnos en cómo presentamos el mate, cómo terminamos el dulce de leche, o cómo hacemos el asado, pero, en definitiva, todos son productos que forman parte de nuestras tradiciones y lo mismo pasa con Brasil.
El gaúcho se siente uruguayo y el uruguayo, puede sentirse de riograndense por las costumbres, son muy similares.
Compartimos (excepto el idioma) tradiciones y toda una cultura son muy parecidas, vinculadas al campo, a la ganadería, agricultura. Toda esa cultura que nos define. Aquí todo es posible de trabajar en conjunto. Por ejemplo, con Chile y Argentina existe la posibilidad de trabajar una ruta del vino Sudamericana muy interesante. La gastronomía es una propuesta muy fuerte.
Somos un rinconcito en el mundo que el turista, cuando nos mira desde arriba o desde abajo (según como quieras ver al planeta, según las posiciones). Debería mirar el conjunto de propuestas turísticas que tienen estos cuatro o cinco países que conforman el Cono Sur Americano.
En eso se ha trabajado mucho, se viene trabajando y creo que en algún momento va a ser un producto turístico consolidado, creo firmemente en eso.
¿Cómo nace la propuesta Caminos de la Vid y del olivo?
Trabajamos en él desde 2016 y la presentación la hicimos en el 2017/ 2018.
Fue articular un proyecto turístico que hoy lleva ese nombre, pensando en un departamento de Maldonado consolidado en estos dos elementos, como la producción de aceite de oliva y vino de alta gama.
Un producto netamente turístico que, a diferencia de lo que se fue dando quizás en otros departamentos, en Maldonado la producción de aceite de oliva con sus almazaras, ya fueron pensadas como para recibir visitantes. Y también las bodegas fueron ideadas para ser turísticas, entonces se amalgamaron ambos conceptos perfectamente: lo turístico y lo productivo y ahí pasamos a hablar de un turismo productivo, un concepto que además no es exclusivamente de Uruguay, sino que en el mundo hay muchas posibilidades para los visitantes, los viajeros puedan ir a lugares donde se producen determinadas cosas que son tradicionales del territorio que están visitando.
El turismo productivo, es una gran alternativa para la diversificación de la oferta turística y en nuestro caso, para romper la estacionalidad, que siempre sigue siendo un desafío.
Pero hablamos de una propuesta que no solamente nucleaba a bodegas y almazaras turísticas de Maldonado, sino a una red de emprendedores artesanos y pequeños productores que estaban ubicados en torno a todo el departamento de Maldonado y no solamente sobre la costa, sino que los Caminos de la vid y los olivos eran esos caminos que vinculaban diferentes sectores, pueblitos del interior del departamento, poblados, parajes y eso era algo interesante y es lo lindo que tiene Maldonado, que es un lugar que invita recorrer en sus caminos, todos sus territorios, que además son bien diferentes.
Visitamos el mar, visitamos las sierras y dependiendo de para el lugar que arranque el turista, será el tipo de paisaje y propuesta turística que se va a encontrar.
En este momento estamos volviendo, tuvimos dos años pensando cómo retomar el camino, sin duda que hay grandes desafíos para este tipo de productos, la comercialización, poder llegar como una propuesta consistente a las agencias de viajes y a las agencias receptivas, que se transforme en un paseo para el turista que llega a Punta del Este y puedan ir a visitarlas.
En breve se viene “Aigua, un gusto” ¿puedes darnos detalles de esta actividad?
En el marco de los 116 años, una de las de las actividades programadas, así como se realizó “La fiesta del jabalí” y otras celebraciones, presentamos “Aiguá, un gusto” es un concurso gastronómico que se realiza en su tercera edición.
Igual que la primera edición (que fue en el 2018 y en 2020 cuando estábamos prontos para sacar la tercera edición, llego la pandemia.
Así que con gran alegría anunciamos esta Tercera Edición que tendrá lugar el domingo 22 de mayo, a partir de las 8:00 hs de la mañana en el club Unión y Progreso, en el centro de la ciudad.
Esperamos que la gente se inscriba, es un concurso que para nosotros lanzar Aiguá desde otras aristas, (que no son ni la naturaleza ni la tradición), sino a través de la gastronomía y cultura de su gente.