Obsesionado con un gobierno de cercanía, hoy imprime ese concepto como legislador y no deja de recorrer Maldonado.
Desde la oficina que instaló en el centro dialogó con Portada sobre el presente y el futuro.
¿Qué cambió para vos entre ejercer un cargo en el ejecutivo, cuando eras secretario general y ahora estar en el ámbito del legislativo como diputado?
Es muy enriquecedor y es complementario, estuve cinco años como Secretario General en un cargo ejecutivo que es 24/7, muy dinámico y donde se adquiere experiencia de gestión en la parte ejecutiva, tenes que llevar adelante políticas públicas. En este caso es un paso muy importante el que di, en el sentido de que también es un territorio nuevo para mí el parlamentario y a nivel nacional. Además, con una particularidad que es ser parlamentario en un gobierno nacional.
Creo que el diputado tiene dos facetas bien definidas. La de parlamentario, que es con la vida intra parlamentaria en las comisiones, en las sesiones, en los debates, en los proyectos de ley, pero la otra cara del diputado es el de representante nacional. Y ese roll que nos legó la ciudadanía es bien importante porque hay que cumplirlo de la mejor forma posible. En definitiva, desde el punto de vista institucional, en la representatividad esta la legitimidad. Yo tengo el deber, la obligación de representar, a mis representados y para eso tengo que escuchar, recorrer, andar, es decir, hacer de la cercanía algo que para mí es vital, una herramienta de trabajo diaria. No somos adivinos, y no puedo estar en todos los lugares de Maldonado a la vez, y la única forma de interiorizarte de los problemas y entenderlos para buscar soluciones es desde la cercanía. Por eso yo siempre destaco el rol de representatividad que tenemos los diputados en lo que tiene que ser la gestión.
¿Se pierde cierto contacto con el día a día de Maldonado la tarea de legislador departamental?
Vivimos en tiempos en que las redes sociales, las nuevas tecnologías son una herramienta muy importante, creo que me llevo muy bien con esa forma de comunicación, pero hay un vínculo mano a mano que es en verdad insustituible. La empatía que se genera en la charla, en el escuchar, en entender las situaciones es de verdad único. Hace casi dos meses que estamos recorriendo el departamento en una nueva gira, en este caso en defensa de la Ley de urgente Consideración (LUC). Estuvimos por ejemplo, el viernes pasado en Aiguá y creo que muchas veces el descredito que existió por parte de la ciudadanía y el sistema político, pasa porque sienten que los políticos se desaparecen. Entonces es un tema que me preocupa y obsesiona desde siempre, al punto tal de que cuando estaba en campaña para ser diputado nacional la gente me decía: Diego si sos diputado no te pierdas. Eso a mí me hizo parar las antenas y entender que la cercanía es vital y me lo decían una y otra vez, con lo cual me comprometí a que si llegaba a ser diputado iba a tener por supuesto mi espacio de trabajo en el Parlamento en Montevideo, nuestra oficina allá, pero que íbamos a abrir en Maldonado una oficina durante los cinco años, y de hecho estamos aquí, en este espacio que para nosotros es alma mater de nuestro trabajo. Aquí desfilan por día personas, sindicatos, gremiales, empresariales, cooperativas de viviendas y plantean. Pero ya cuando se hace conocido es como quien va a una tienda amiga que sabe que está ahí y está abierta. Para nosotros fue un paso importante y en el sentido de la cercanía. En los próximos meses vamos a sacar a la calle una idea que nos parece súper simpática, muy original, que es la de una oficina móvil. Adquirimos un micro hace un año, lo restauramos, estamos en esa etapa preparatoria para hacerlo una oficina móvil. ¿Por qué? Porque mas allá de la cercanía que podemos tener aquí en el centro de Maldonado, hay gente a la que le es muy difícil movilizarse para plantear un problema. Gente de Aiguá, de Los Talas, Pueblo Obrero, para ellos la oficina móvil va a estar recorriendo Maldonado en los próximos tiempos, para escuchar, para entender y desde ahí poder dar soluciones.
¿Si llega a triunfar la derogación de los 135 artículos, crees que eso compromete el escenario hacia adelante del gobierno y también las posibilidades electorales de la coalición?
Yo creo que para el gobierno es una cuestión bien importante. Hay dos posibilidades: que la ley no se derogue y que siga como está, que mas allá de recolectar las firmas, el año que viene, en marzo, cuando se haga el referéndum no se llegue a la cantidad de votos necesarios para derogar estos artículos. Pero en caso de que se derogara creo que significaría un gran retroceso para la sociedad. Sería perder cosas que han hecho bien a la ciudadanía. Porque de eso se trata. Cuando salgo a explicar la LUC no le hablo a los que están convencidos de una cosa o de la otra. Le hablo al ciudadano que quiero que vea como la seguridad ha cambiado porque esta ley contiene artículos que le dan respaldo a la policía para salir a la calle y que con esos artículos podemos cuidar a quienes nos cuidan. Como la legítima defensa presunta, como la prohibición del insulto y agravio a la autoridad policial, el delito de auto evasión, herramientas como la posibilidad de que para delitos gravísimos como homicidio o violación una vez que un menor cumpla la mayoría de edad esos antecedentes no se borren. Los que plantean derogar la LUC; y eso es lo que está bueno que se debata, tienen que decir que pasaría cuando se derogue lo que ellos quieren derogar. Los homicidas y violadores menores, cuando cumplan la mayoría de edad ¿quedarían sin antecedentes? ¿Agraviar a la policía no será un delito?, o sea ¿está bien para ellos agraviar a la policía? ¿La legítima defensa presunta retrocede? Esto significa que cuando la policía sale a la calle y puede accionar sin necesidad de esperar como antes a que les dispararan, y ellos recién reaccionar y muchas veces no contaban el cuento. Decían que eso iba a provocar el “gatillo fácil”, pero eso es totalmente falso, ya que en 2019 hubo 18 abatimientos de criminales por parte de la policía y en 2020 con la LUC hubo 13. Está claro que no provoco el “gatillo fácil”, sino que dio respaldo a la policía.
Yo pregunto, ¿quienes quieren derogar la LUC creen que los delitos han bajado por casualidad? Pues no. Si bien hay una nueva impronta en el gobierno, también hay herramientas para la policía. No basta darle un “espaldarazo” y decirles que los apoyamos, hay que darle herramientas. Por eso bajaron 20% los homicidios. Bajaron las rapiñas, los copamientos, abigeatos. De eso se trata, de no cambiar lo que está bien y la gran pregunta que hay que hacer en este tema a quienes quieren derogarla y a los que no tiene posición tomada es. Hace un año y pico que está vigente la ley: ¿Qué hecho grave o catastrófica ha sucedido en este tiempo para querer cambiarla?
Seguramente cualquiera diría que nada. Todo sigue normal, no hay una sensación e seguridad mayor. ¿Entonces, si nada cambio y ninguna catástrofe ha sucedido porque cambiar lo que está bien?
Creo que las cosas buenas hay que cuidarlas y por eso para el gobierno es vital esta instancia. Y para quienes desean derogarla tienen en esto una estrategia de distracción, de desgaste, de cansancio, de tener que tener una mano defendiendo la LUC y con otra empujando el carro del país, cuando podríamos tener las dos manos empujando este carro. Es una actividad que nos quita un poco el foco de lo principal. Por eso es muy bueno debatirlo, con respeto con altura y decirles a los ciudadanos cómo ha mejorado su vida con esta ley.
¿Cómo ha sido el proceso de gobernar desde el Palacio Legislativo en una coalición con 5 partidos distintos?
Es un honor y una responsabilidad enorme. Somos conscientes del momento histórico que nos tocó vivir, de que también nos tocó la pandemia más grande que el país recuerde. Me da mucho orgullo como este gobierno ha sacado adelante de forma ejemplar ( y no porque lo diga uno, que puede tener la camiseta puesta) sino como lo dicen los índices internacionales, la aprobación interna según todas las encuestas, los rankings de manejo de gestión sanitaria a nivel mundial. Para mí, que Uruguay hoy sea famoso, no por el turismo de cannabis por decir un tema, sino que lo sea porque supo cuidar a su gente y supo cuidarla sin restringir sus libertades, supo apostar y creer en la gente es un orgullo. Este gobierno creyó en nosotros, en que teníamos la suficiente madurez ciudadana y responsabilidad cívica para manejar ese concepto tan importante que es la libertad responsable.
Creyeron que podíamos hacer las cosas bien, llevando adelante una vida normal sin que esto se fuera “al tacho”. Uruguay salió de una forma ejemplar, hoy estamos con el gran objetivo de reactivar la economía que fue un gran golpe, ya que el Turismo vive de la movilidad y el consejo en pandemia era no movilidad. Así que le dio en la línea de flotación a la industria turística, pero hoy estamos saliendo adelante y el gran desafío de este gobierno es la responsabilidad de darle a los uruguayos en los tiempos que vienen mejor calidad de vida, recuperación de trabajo (hay una gran necesidad de empleo) y ahí estarán las baterías de este gobierno, que estarán enfocadas para recuperar el trabajo de los uruguayos.
¿Muchos auguraban que no duraba ni un año porque era un experimento electoral, crees que la coalición vino para quedarse y que podrá ir rotando el partido gobernante?
Creo que la coalición vino para quedarse, que como todo proceso no se da de un día para el otro, la consolidación de los vínculos, los lazos de los distintos socios de la coalición se dan con el tiempo, afianzando las coincidencias y trabajando las disidencias. Que tenemos distintos puntos de vista, por supuesto que es así. Solamente en las dictaduras hay opiniones únicas, el desafío está en buscar puntos en común. Que cada uno desde su verdad pueda aportarla para llegar a una verdad superadora. A mí no me preocupa tener distintos puntos de vista, sobre todo cuando se manejan con respeto, unidad e inteligencia; es un insumo de trabajo. Además, resulta muy realista porque que fácil seria llevarnos bien con los que piensan igual que nosotros. Es casi un acto de autocomplacencia, porque en definitiva no es que me gusta lo que piensa el otro, sino que me gusta lo que pienso yo, una actitud muy autorreferencial. Me parece que lo más inteligente es buscar puntos en común con aquel con el que tenemos distinto puntos de vista.
En este tiempo varios diputados o senadores de otros partidos de la coalición han comentado públicamente, que a veces molesta un poco que el Partido Nacional considere que es gobierno, cuando gobierno son todos. ¿Ha faltado diálogo entre los principales actores para que estos comentarios no dejen heridas?
Al gobierno llegamos juntos, o si no, no llegábamos. Como toda unidad, hay que “regar la plantita” con dialogo, buscando y trabajando los horizontes en común. Creo que siempre se puede dialogar y como en todo proceso hay cosas que podemos hacer mejor, porque todos somos fundamentales en esto. Con cualquiera de los socios de la coalición que falte, no llegamos a nuestros objetivos. Es decir no nos podemos dar el lujo de pensar que alguno no es importante y eso requiere humildad. Creo que ese concepto, tan imprescindible en la vida, dentro de la política debe ser un pilar. La humildad de reconocer en el otro un socio y un aliado estratégico. Esto hay que trabajarlo con la madurez política que se construye a lo largo del tiempo, mirando y buscando siempre los puntos en común. Descubriendo lo que nos une y no lo que nos separa. En la coalición de gobierno como un ejercicio permanente de trabajo creo que hay que apuntar a eso.
Todavía falta bastante para las instancias electorales, pero todos te dan como parte del menú de opciones de cara a ser el sustituto de Antía en la IDM, ¿Cómo sobrellevas esos tiempos?
Mucha calma y cautela, porque de verdad no son tiempos para pensar en cuestiones electorales. Sería poner la carreta delante de los bueyes. Cualquiera que quiera ser candidato a lo que sea dentro de tres o cuatro años, va a tener que ser muy bueno en su gestión ahora. Es decir que el que se distraiga en eventuales candidaturas dentro de tres años, no va a tener el foco en el hoy y el que no sea bueno hoy, no es atractivo mañana. Así que creo que hay que poner el foco en el presente, porque además en términos de planificación política dos años es una eternidad, una vida. Tantas cosas pueden pasar en dos años. Mi objetivo es primero honrar el voto de la gente que me puso como diputado nacional. Ser el mejor diputado que pueda ser, trabajar todo lo que pueda y disfrutar del proceso, porque creo que en la vida uno tiene que disfrutar lo que hace en todos los ámbitos: personales, políticos y empresariales. La gente por pensar en el mañana no disfruta el hoy y yo me siento un afortunado de la vida, de poder ser un diputado de mi departamento, de hacer lo que me gusta, de que la gente me valore y me quiera, de poder trabajar y pensar cosas para el departamento. La verdad mi objetivo está en trabajar y disfrutar lo que hago hoy. Si me distrajera en lo que puede pasar en el futuro no estaría entendiendo como es el tema y no estaría disfrutando. Es tan bueno esto de poder servir al otro…Soy un servidor público y los ciudadanos me pagan un sueldo para que los represente y yo por respeto tengo que poner no el 100, sino el 110 por ciento de mis energías en el hoy. Ya vendrán tiempos electorales, a quien la gente elija para gobernar, pero para eso debemos ser buenos hoy, para ser atractivos mañana y que la gente me diga, “Diego trabajaste, te ganaste nuestra confianza, honraste el voto que te dimos y por lo tanto, te lo vamos a renovar” ¿Donde? Donde Maldonado me ponga, porque mientras pueda servir a mi departamento voy a estar feliz.
Tenés un peso importante en el departamento, alcaldes, directores, la presidencia de la junta, son hombres y mujeres que se consideran parte de tu proyecto político. ¿Cómo se mantiene la unión y la coordinación dentro de un sector cuando aún faltan tantos años para las elecciones?
Con afecto y con dialogo. Cuanto más crece una estructura política, más difícil es administrar ese colectivo. Nosotros nos hemos convertido, gracias al respaldo de la gente, en un espacio político muy grande y muy fuerte, así que lo que intento hacer es dialogar, escuchar, tomar unos mates, comer un asado, recorrer el departamento invitar a una barra a tal actividad. Escucho mucho a todos, no le tengo miedo a la crítica, no la entiendo como un ataque. Como me considero una persona segura de mí misma, la crítica no me molesta y pregunto en qué podemos rendir mejor, en que le estamos errando, como podemos optimizar esto, y hablar mucho desde un WhatsApp, un zoom, un asado, una recorrida o una gira por el interior y el afecto que siempre está. Yo no hago política con quien no tenga confianza y afecto. Los vínculos de empatía potencian las relaciones humanas. Así que un espacio político, que no es una cooperativa electoral, sino que es el producto de la confianza y el afecto, va a tener mucho más fuerza, más sustentabilidad que otros que se juntaron para ganarle a fulano o a tal partido. Uno tiene que unirse por convicción, no por necesidad. Nosotros nos reunimos por convicción. Los cantores se buscan por la tonada, decía mi abuelo y yo cuando armo un equipo y selecciono gente intento que sean los mejores en eso. Me da mucho orgullo como los ediles nuestros trabajan y van para adelante y los veo con un gran clima de unidad entre ellos y un trabajo enorme. Cuando veo un Secretario General como Luis Eduardo Pereira, un hombre respetuoso y respetado, un caballero, digo, por algo estamos en el mismo barco! Cuando veo directores jóvenes pujantes que van adelante, alcaldes o el presidente de la Junta, digo que somos un equipo que llegó acá por entenderse y hablar el mismo idioma.
No quita que no tengamos diferencias. Así como puedo tener discusiones con amigos y mi familia, los tengo con la gente de la política, y no tengo la razón muchas veces, y yo tengo que tener la humildad de no creer que por ser el líder tenga razón. Intento predicar con el ejemplo desde el trabajo. Desde el día uno les dije que yo recorro, ando mucho, trabajo y doy la cara, así que como yo doy mucho también exijo mucho de los demás. Lo digo desde el comienzo para que el que no quiere jugar con esas cartas tenga la posibilidad de elegir. Siempre le ponemos el alma a lo que hacemos.
¿Crees que será una tarea fácil poder llegar y ganar la IDM cuando también hay otro u otros candidatos que tienen un apoyo desde el gobierno nacional fuerte?
Yo creo que si porque hemos venido trabajando a lo largo de 21 años con Enrique Antia. Supe estar con él cuando gano la primera vez, cuando perdió en el 2005. Supe estar con Antia cuando recontra perdimos en el 2010. Estuve con Antia cuando nadie apostaba por nosotros y dimos un batacazo y ganamos en 2015, y supe estar con Antia cuando talvez a los ojos de la mayoría de la gente era más fácil y a la vista están los resultados, fue un triunfo contundente el de 2020.
Yo he pasado todos los ciclos y soy de Antia ganando, perdiendo, pero si hay algo que nos enseñó es el trabajo de equipo y a lo largo del tiempo el sector “Todos por Maldonado” que ha liderado el intendente, se ha convertido en un colectivo, que como lo ha dicho él, tiene que trascender a las personas. Un grupo de verdad tiene que tener la fortaleza esté o no la persona, y eso es Todos por Maldonado un pilar fundamental del Partido Nacional en Maldonado. También hemos cosechado lo que hemos sembrado, y hemos sembrado unidad, trabajo, militancia, cercanía y el gran desafío es seguir en un clima de unidad de respeto de trabajo y que en un futuro el sector al que pertenecemos tenga su comparecencia electoral y el candidato del sector, como ha sido hasta ahora, tenga el trabajo, la lealtad para el que le toque llevar la bandera en ese momento. Los partidos nos trascienden y los sectores nos deben trascender porque en definitiva los candidatos somos coyuntura, somos un momento histórico determinado que no nos podemos creer que somos imprescindibles, porque el mundo sigue avanzando y no nos espera.
Si la gente te acompaña con su voto, ¿Qué tipo de gobierno llevarías adelante?
Igual que esta gestión. De cercanía y orejas bien abiertas. Creo que el futuro del gobierno de Maldonado tiene que seguir por esta línea. Por supuesto cada actor tiene su propia impronta, pero el rumbo tiene que ser gestión y respuesta. Conocer el departamento, escuchar y a quien le toque en el futuro seguir por esta huella de transformación. A mí me da mucha satisfacción haber integrado y seguir integrando un equipo de gobierno tan sensible y que la gente respaldó en forma contundente en las pasadas elecciones.
Vamos a seguir por este camino, dando lo mejor de nosotros para este Maldonado que tanto queremos.
¿Cómo puede Maldonado despegar en materia turística luego de haber sido de los lugares más afectados por el COVID?
Yo creo que como toda actividad tendrá que reformularse post -pandemia. La sociedad quedó distinta después de la pandemia, los hábitos de consumo y de movilidad han cambiado. Hasta los de disfrute se van a reformular. Para eso hay que tener una gran inteligencia y saber interpretar los cambios sociales. El turismo, para nosotros es vital pero creo hoy tenemos que comenzar a pensar un Maldonado a futuro que asocie el turismo con otras actividades. Si bien somos una vedette del turismo internacional, muy vinculado al sector de la construcción, tenemos que vislumbrar el mundo que ya está, donde las nuevas tecnologías tienen un rol importante. Deberíamos apuntar a ser una ciudad universitaria que capte personas de todo el mundo, e inversión. No olvidemos que para pensar en empresas tecnológicas de primer mundo tenemos que tener recursos humanos de primerísima calidad y eso lo dan las universidades. La zona franca tecnológica tiene un rol fundamental, pero hay que pensar antes en generar recursos humanos para ella. Si hoy viene Google, Facebook o Amazon a instalarse y nos piden 100 ingenieros, 50 matemáticos y tanto programadores y de donde los sacamos? Sepamos para donde vamos y de ahí empecemos a construir y a generar los insumos necesarios.
Tuve la suerte hace un par de años de estar en California y conocer Silicon Valley, ver como funciona y el rol de las universidades como Stanford o Berkeley en el desarrollo de esa meca tecnológica, fue fundamental. Así que, si queremos que este sea el Silicon Valley de Sudamérica, tenemos que ver cuáles son los recursos humanos que le vamos a dar a esas grandes empresas. Es muy importante el tema tributario en una zona franca, pero para una industria como la tecnológica -que de por si tiene muchos beneficios tributarios- creo que lo fundamental son los recursos humanos. Porque las batallas campales que se arman por recursos humanos en las industrias tecnológicas dicen que no solamente tienen desempleo, sino que tienen más necesidad de recursos humanos que la oferta que hay. Se requiere más gente de la que hay hoy en el mercado, entonces como el fenómeno del empleo es un tema que nos preocupa, tenemos que ver como vamos a preparar personas para los tiempos que vienen. Como políticos, nuestro foco no tiene que estar en las próximas elecciones, sino en las próximas generaciones. Como le vamos a dar a nuestros chicos trabajo, calidad de vida, que le vamos a ofrecer para que se queden.
Este boom de residencia que ha venido en los últimos tiempos con gente de altísimo poder adquisitivo, ver como vamos a ofrecerle servicios de calidad para que se queden. El mundo que vivimos, globalizado es muy volátil y de la misma forma que vinieron se pueden ir.
Recordemos los pilares de la buena residencia: la seguridad, la salud y la educación.
Me dio mucha satisfacción cuando el otro día el Presidente del BID dijo que Punta del Este tiene todo para ser un Silicon Valley, un concepto que vengo manifestando desde hace 5 años, pero cuando lo dice un peso pesado como el, confirmo que ese es el camino definitivamente.
Pero para cosechar hay que sembrar y a mí me preocupa mucho la siembra. El mundo está lleno de gente que quiere cosechar frutos de árboles que nunca sembró. Así que, si queremos cosechar desarrollo, trabajo, progreso, inclusión y oportunidades, sembremos sacrificio y educación, nada vendrá por arte de magia.
Respecto al tema turismo y con la proximidad de la temporada, se está pidiendo a los empresarios del sector mantener los precios, no subirlos. ¿Te parece un pedido justo, cuando los insumos a ellos si les suben?
Hoy un empresario es un valiente, y es un superviviente. La responsabilidad de los precios la van tener los empresarios porque saben que es fundamental. Yo soy muy respetuoso del trabajo interno de cada empresa, como dice la frase, yo no me meto en el bolsillo de nadie. Y las cuentas internas de cada rubro no las conozco. También la realidad de los últimos tiempos no se puede interpretar la realidad turística en forma homogénea porque no es la misma realidad que vivió la gastronomía, que la hotelera, los alquileres o las ventas: No podemos caer en el simplismo de hablar del “sector turístico” porque cada rubro tiene sus particularidades. Así que con humildad y escuchando a los empresarios, a los sindicatos, creo que la recuperación será paulatina y debemos entender que no será posible en una temporada recuperarnos de este golpe inmenso que vivimos.
¿Crees que el gobierno estuvo a la altura de la problemática de la gente afectada por la pandemia?
Sí absolutamente. Ojalá hubiésemos podido hacer más. Pero hay que ser realista, y país en el contexto económico como el que recibimos el 1º de marzo de 2020 y que dos semanas más tarde le explote una pandemia sin referencia en el mundo. Tiene que tener – como tuvo este gobierno – la sensibilidad social, determinación política para avanzar y de allí el Fondo COVID, el apoyo a las pequeñas empresas, los subsidios a trabajadores de distintos rubros, el apoyo del gobierno departamental en las áreas sociales. Yo vi un Estado muy presente y muy sensible.
Nos encantaría hacer más, pero uno en términos de gestión tiene que ser realista y responsable y en gestión pública los recursos no son infinitos. De opinólogos está lleno el mundo, imaginate la política, pero creo que lo manejó muy bien este gobierno con gran sensibilidad social y gran determinación política que hace que estemos tranquilos y orgullosos.
Sos un político joven, con proyección, pero además del punto de vista familiar tenés una razón importante para ver el futuro distinto. ¿Cómo te estás preparando para la paternidad?
Con mucha alegría, una felicidad enorme, con la frescura del descubrimiento, una etapa que no sabíamos como era, que estamos viviendo con mucha paz, mucha armonía y plenitud. Y también para los que hacemos política tiene una arista que es bien particular, es que el mundo que se quiere cambiar hoy no es el mismo de hace un tiempo atrás, cuando no sabíamos que íbamos a tener alguien que nos trascendiera y sucediera. Si antes deseaba cambiar el mundo ahora mucho más y a finales de febrero cuando nazca mi hija, mucho más aún, porque será el mundo donde ella va a vivir. Quiero dar lo mejor de mí para que el mundo sea lo mejor posible. La paternidad te abre nuevos horizontes que en mi caso disfruto muchísimo y me da la posibilidad de aprender día a día. Una gran felicidad y mucha expectativa y ansiedad de que llegue ese momento. Que estos meses pasen pronto y podamos conocer a María Paz que viene cercano al 27 de febrero.