A los 15 años su padre lo intimó a estudiar o trabajar y dejar de ver la programación que ofrecían los canales, sin sospechar que su hijo ya estaba inconscientemente trabajando. Lo que ingresó por la retina fue ejemplo años más tarde en su carrera cuando fue director de programación. Sabía y conocía la grilla de memoria. Horarios, segmentos de la audiencia, productos que podrían funcionar y los que no. De su mano nacieron grandes éxitos. En los 90 hizo volar por los aires TELEFÉ y su paso por la gerencia de programación desató una guerra por el rating que llevó a la argentina a hacer productos de calidad y de exportación. Radicado buena parte de su tiempo en Punta del Este, un balneario que no le resultó nunca ajeno, se confiesa en un íntimo Retrato Hablado donde su fallecida hija Romina dijo presente a través de la emoción, las anécdotas y la conexión que mantiene con ella. Es el zar de la Televisión y un honor para Grupo Portada compartir con él este mano a mano.
Gustavo Yankelevich tenía dos años cuando su abuelo falleció. Sin embargo, su admiración por él está presente.
Don Jaime Yankelevicha fue quien desarrolló la radio y trajo la televisión a la Argentina.
Era tímido de pequeño y un estudiante al que le sobraba capacidad para destacar, pero se contentaba con dar las materias en marzo y disfrutar del colegio. Pasaba con lo justo y eso le bastaba.
La timidez empezó a vencer cuando se sumó como manager al grupo de música de sus amigos, Conexión número 5, nacido en Punta del Este de donde era asiduo veraneante.
La televisión lo cautivó. De ella aprendió mucho observando y aplicó cuando fue gerente de programación de canales argentinos.
Sin embargo, su despegue vendría cuando canal 11 pasó a transformarse en TELEFÉ, y el destino le puso el contrato para ser gerente de programación en Punta del Este.
Creó productos que son un clásico hasta el día de hoy. Amigos son los amigos, Grande Pa, que supo adaptar, Jugate Conmigo que supo potenciar y que nació de la creatividad de su entonces esposa, Cris Morena, con quien confiesa haber sido una muy buena dupla televisiva.
Todas sus decisiones y estrategias uno podría pensar que las tomó con la cabeza, y algo de eso había, pero sin embargo es un hombre visceral, y siempre se manejó más con lo que sintió que con lo que pensó.
Si mira hacia atrás, tal vez con un poco de nostalgia, confiesa que no disfrutaba los éxitos. Siempre buscó la certeza de que se prolongaran en el tiempo y su frase era “no hay nada que festejar” cuando sus productos rompían la barrera del rating.
Con Cris Morena tuvo dos hijos, Tomás que siguió sus pasos y fue gerente del mismo canal durante varios años, radicado en los EE.UU. hoy en día, y Romina, la luz de sus ojos.
Si bien partió muy temprano, lo que para todo padre implica un dolor indescriptible, supo estar atento a las señales que su hija le hace llegar periódicamente desde otro plano.
No descarta producir en Uruguay, pero mientras tanto se contenta con estar mucho tiempo en Punta del Este desde donde produce éxitos como Piel de Judas, que la tuvo a su amiga Susana Giménez en las tablas nuevamente.
Es Gustavo Yankelevich, un hombre que fue dueño del rating y sigue siendo un creativo de productos televisivos para sacarse el sombrero.
De todo eso habla en este imperdible Retrato Hablado de Grupo Portada, de Punta del Este al mundo.