Su Punta de Rieles natal la marcó. Aquel barrio donde parecía que terminaba el mundo fue su hogar.
Tomaba el ómnibus para hacer natación en el Neptuno e iba de terminal a terminal.
Recuerda que fue muy feliz de niña, donde la característica de ese Uruguay eran sillas reposeras en la vereda, pelota, escondida, venta de limones arriba de los muritos de las casas y travesuras, como esperar el pasaje del camión con zorra que venía de las bodegas y saltar parar “robar” algunas uvas.
Se consideraba inquieta, curiosa y fatal.
Estudió en un colegio de monjas, donde pasó mucho tiempo lijando puertas por haberlas grafiteado.
Cuando en la clase les pidieron a todos que llevaran una foto de lo que querían ser de grande, no llevó ni la de una abogada, escribana, médica o enfermera, sino una, a doble página, de la vedette del Maipo, Nélida Lobato. “Lo tenía clarísimo, yo quería eso” asegura.
Las plumas, los taco aguja, las luces y los aplausos le llegaron años más tarde y en ese mismo lugar donde había estado Lobato, el Maipo.
Su carrera empezó, casi que por casualidad cuando en plena calle, y acompañada por su abuela, un fotógrafo la detuvo para preguntarle si quería ser modelo y darle una tarjeta.
Así empezó en un mundo que supo estar, pero que la aburría. Iba por más y lo tenía clarísimo.
Mediante castings llegó a la televisión. Primero fue Omar Gutiérrez, luego Canal 10 y decenas de proyectos televisivos en los que estuvo al frente.
En un momento de su vida sintió que tenía que probar suerte del otro lado del río.
Cruzó a un casting, con lo puesto, y se quedó varios años. Era su segunda oportunidad en Argentina, donde había naufragado un proyecto con Gerardo Sofovich.
Así llegó el Bailando, Patinando, obras en cartel, temporadas en Mar del Plata y los 100 años del Maipo, entre otras.
En la costa argentina encontró el amor, aquel que supo que era para toda la vida e incorporó a Leonel Delménico en un proyecto familias que se mantiene vigente hasta hoy.
Modelo, comunicadora, vedette, empresaria, actriz, artista y madre.
Es Claudia Fernández, protagonista de un nuevo RETRATO HABLADO de Grupo Portada, un producto de Punta del Este al mundo.