Dos hombres con antecedentes penales fueron condenados a nueve meses de prisión efectiva, luego de una investigación que los vincula con dos hurtos registrados en Punta del Este y el posterior uso fraudulento de una tarjeta de crédito sustraída.
El primer hecho fue denunciado el 21 de noviembre en la Seccional 10ª por un ciudadano extranjero, quien informó que había dejado su automóvil estacionado en la calle El Mesana de la Península y desconocidos le hurtaron un bolso de mano, 200 dólares, 150.000 pesos argentinos, un dron DJI y una videocámara Sony.
Personal de Investigaciones de la Zona Operacional II, con apoyo de analistas del Centro de Comando Unificado, inició el relevamiento de cámaras de la zona y logró identificar a los autores, quienes circulaban en una camioneta con matrícula del departamento de Canelones.
Mientras avanzaba la investigación, las autoridades constataron un segundo hecho ocurrido un día antes. El 20 de noviembre, otro hombre denunció que había dejado su vehículo estacionado en la calle Resalsero. Al día siguiente recibió notificaciones de consumos en comercios realizados con su tarjeta de crédito por un total de 122.000 pesos uruguayos y 976 dólares. La víctima sospechó que la tarjeta había sido hurtada del interior del auto.
El análisis de las imágenes de los comercios permitió establecer que los responsables eran los mismos involucrados en el primer hurto.
El 9 de diciembre, tras recibir información de que el vehículo utilizado por los sospechosos había ingresado nuevamente al departamento desde Canelones, la Policía desplegó un operativo y detuvo la camioneta en la Rambla Williman, en los accesos a Maldonado. En el vehículo viajaban dos hombres -identificados como Pablo Daniel Zapata Torena de 32 años, y Christians Néstor Zapata Díaz, de 42- y un tercer acompañante, quien fue liberado posteriormente.
Ambos detenidos, poseedores de antecedentes, resultaron formalizados. El 11 de diciembre, en la audiencia realizada en el Juzgado Letrado de 4º Turno, fueron condenados como cómplices de un delito de hurto especialmente agravado, en reiteración real con un delito de fraude informático, este último en calidad de autores. La Justicia dispuso para ambos una pena de nueve meses de prisión efectiva.





























































