Sus comienzos fueron difíciles, el éxito no llegó fácilmente, pero Marcelo desde pequeño estuvo decidido a alcalizar sus sueños y los golpes de la vida no pudieron interponerse
Nació en Tres Arroyos, provincia de Buenos Aires y cuando tenía dos años su padre desapareció de su vida para siempre.
Vivió con su madre, hasta los 17 años, edad en la que viajó a la capital argentina, donde llegó a dormir en una plaza. Trabajó en varios oficios antes de dedicarse a la magia, que lo llevó a recorrer el país. Luego residió un tiempo en España.
Al regresar a su país, trabajó en una editorial y luego en medios de comunicación, hasta convertirse en una figura reconocida, especialmente por su rol como jurado en los programas de Marcelo Tinelli.
Polino construyó una «familia» de amigos y afectos en el ambiente artístico y mediático, pero valora el silencio al llegar a casa y disfruta de sus momentos de soledad.
El 13 de septiembre desembarcará en Enjoy Punta del Este para la presentación de un show tributo a Antonio Gasalla, junto a Carlos Perciavalle.
Entre las grabaciones de “Los ocho escalones”, el artista recibió a Portada, y hablo de su vida, sus proyectos actuales y por supuesto del show en homenaje a su gran amigo Gasalla.
Marcelo, pronto estarás Enjoy Punta del Este, junto a Perciavalle en un Show tributo a Gasalla
Exacto, el 13 de septiembre vamos a estar ahí con el show con Carlitos, haciendo este homenaje, un show muy humorístico, muy Perciavalle y muy Polino también, con mucho brillo, mucha alegría, con mucho humor, un poco de humor ácido y con algunas perlitas en pantalla, que no se han visto de Antonio.
Va a estar muy lindo, va a ser divertido y también va a tener una parte emotiva.
Sabemos que has sido un gran amigo de Gasalla, y uno de los más leales. Lo acompañaste en los últimos momentos. ¿Fue muy duro ver cómo se iba apagando su luz de a poquito?
Sí, en realidad sí. Yo mi hice amigo de Gasalla por su cabeza, por su mente, por su brillantez, y de pronto ver que no te conoce ni a vos ni a su propia familia, fue muy triste al final.
Yo en ese momento estaba haciendo temporada con Fátima Flores en Carlos Paz, pero pude compartir los últimos 15 días, así que pude estar al lado de él hasta el último minuto. Así que por lo menos me dejó tranquilo. Ahora el amigo se extraña y se va a extrañar siempre, pero está presente todo el tiempo, porque en los monólogos que hago, también tengo cosas que me escribió él, así que siempre está.

Hablando de Fátima y del teatro, sabemos que estás en un momento muy bueno de tu carrera, haciendo teatro, tele, de todo un poco. ¿Contanos qué es lo que estás haciendo en este momento?
Estoy haciendo de jurado de “Los ocho escalones” que está conduciendo Pampita esta nueva temporada. Tengo mi programa de radio “Polino auténtico” (hace 27 años que estoy el mismo día, en el mismo horario, Los sábados al mediodía, es como un récord.
Después con Fátima realizando giras y yo también hago un show aparte “Lengua Filosa”, con giras también. Así que es un año de muchísimo trabajo por suerte.
¿Sabés que en Uruguay la gente te conoce y quiere mucho? Conocen que te has preparado mucho, sos una de las personas más admiradas, no solamente en el Río de la Plata, sino en toda la región
Yo me siento sumamente bien con los uruguayos, que siempre nos reciben muy bien. Por eso para mí es un placer siempre ir a Uruguay.
Empezaste muy jovencito y los logros no llegaron fácilmente. Entonces, cuando vos mirás para atrás y ves aquel niño, aquel adolescente con muchos sueños y esas dificultades ¿Qué sentís?
Mira, yo siempre digo que la vida me dio mucho más de lo que yo esperaba, en mis sueños más remotos. No imaginaba todo lo que he logrado, así que solo me pongo a agradecer, porque fue muchísimo y es muchísimo todo lo que recibo.
¿Cómo sacás la energía para hacer tantas cosas y siempre estar impecable, trabajando tantas horas?
Ayer por ejemplo, trabajamos hasta las 3 de la mañana, porque grabamos 3 programas de “Los ocho escalones” que adelantamos, y después tuve un show de empresa con Fátima. Así que nada, estoy con pocas horas de sueño, pero me administro la energía. Como bien, trato de relajarme, hago medicina ortomolecular hace 15 años y por supuesto me cuido.

¿Cómo definirías a Polino?
Polino es como un personaje que yo creé, y que básicamente entretiene a la gente.
Como recién dijiste, la gente lo quiere y yo me siento muy acompañado también por ellos. Yo que no tengo una familia, siempre en el público encuentro toda esa cosa linda y siempre la palabra de aliento.
Cuando se acercan y te dicen: “Ay, cómo me reí con vos, cómo me divertís”. O cuando estoy en los jurados y me dicen “me gusta que pongas cero”. Bueno, los típicos comentarios que me hacen y está bueno eso.
Has impuesto un poco desde ese personaje el decir la verdad frontalmente. ¿Será por eso que la gente lo termina aceptando?
No, yo siempre fui así, eso lo heredé mi mamá. Yo digo lo que pienso y aparte se me nota a mí. No puedo caretearla en muchas cosas. En un certamen no me gusta algo, y si no me gustó, no me gustó. Y te lo tengo que decir. Trato de buscar la forma, porque por ahí con el tiempo fui modificando la forma de decirlo.
Antes era por ahí un poco más al fondo, más agresivo. Ahora te lo hago desde el lugar del humor para que caiga bien. Y da resultado.
Viste que la gente te ve que tenés éxito, que estás estupendo, pero muchas veces se siente la presión social de “tener una pareja”. Como si eso fuera una parte de la vida que no podés no elegir. ¿Cómo haces que eso no te afecte de algún modo?
No, a mí me parece que cada uno tiene que ir eligiendo su vida, su camino. Y yo me siento muy pleno. Es más, yo siempre digo que transformé tres desgracias en algo a favor. Porque yo no tengo pareja, no tengo hijos y soy huérfano.
Pero todo eso me permite también poder hacer un montón de cosas que hago, y llego a mi casa, cierro la puerta y desarmo al Polino y ya está.
Si tenés una familia, tuviste que llevar a los chicos al colegio, si tenés una pareja, discutir quién paga la luz, quién paga la cuenta. En mi caso sería como una cosa difícil de afrontar con la cantidad de trabajo que tengo por día.
Aparte de que cuando dejo de trabajar estoy en mi casa en silencio para recuperarme, y para estar bien para el otro día.
Si la vida te diera la posibilidad de volver atrás y decidir nuevamente que hacer con tu vida. ¿Volverías a elegir lo mismo?
No, yo elegiría otra vida. Si pudiese volver elegir, me gustaría probar otro estilo de vida.
¿Qué es lo que más te gusta de estar en un escenario o en la televisión e interpretar un rol?
El rol del jurado siempre es muy estricto. Como ahora hago preguntas, tenés que contestar sí o no para subir escalón. Entonces la intriga es “a ver qué me va a preguntar”. Y cuando estoy en un certamen de baile, de canto, si le voy a poner el 0, o que le voy a poner. Esa cosa del Polino más fuerte le gusta mucho a la gente.
De hecho, la gente cuando pongo puntaje me dice ponele menos, ponele menos siempre. Y eso me parece interesante.
La gente que te conoce mucho, (que por ahí no es tanta) dicen que detrás del personaje hay una persona terriblemente sensible, inteligente y con un gran corazón. ¿Es verdad?
Bueno, no voy a hablar bien de mí, pero sí, en general trato de ser buena persona y ayudar a la gente que puedo, que está cerca mío.
Trabajo también hace muchos años con niños en situación de riesgo, colaboro con temas de salud, tengo a cargo un merendero, colaboro con un hogar de niños y ayudo.
Como no pude adoptar, porque tuve un proceso muy largo, y como pasó mucho tiempo, desistí, porque si no cuando me dieran el niño, me iba a decir abuelo.
Pero en rigor de la verdad, en su momento, cuando yo empecé a decir en los medios que no me llamaban, comenzaron a llamarme pero para ofrecerme grupos de niños. Yo no tengo una infraestructura para tener cuatro chicos, como te digo, no tengo familia, entonces era algo difícil, y por eso desistí.
Entonces todo lo que aprendí lo aplico ayudando a las parejas o las personas solas que quieren armar un expediente, para adoptar. Los ayudo porque tengo como el training para hacerlo, porque muchas familias no saben por dónde empezar.
La gente piensa que vas a un hogar y te dan un niño, pero en Argentina solamente los jueces entregan los niños, hay que hacer un proceso. Bueno, acompaño y guío ese proceso.
Después de 20 años de ayudar a las personas que desean adoptar, ¿Que te expresan ellos?
Bueno, por ejemplo, conocer a los niños luego, después de mucho tiempo. De hecho se dio una situación, que acá había un niño en un hogar de tránsito, de guarda, (y acá la guarda puede durar hasta un año) y la justicia se le olvidó como cuatro años, un día lo fue a buscar y se lo arrebató la madre.
Y yo tuve que hacer un lío para volver a recuperar a ese chico que lo habían sacado de los brazos de la madre. Y siempre estuve en el caso, pero nunca había visto al niño.
Y este año fuimos a Santa Fe, que es de donde son, y me fue a ver la mamá, conocí al niño Kiki, (le pusimos Kiki porque no podíamos dar el nombre real), y a su hermanito Sebastián, que también adoptó esta señora. Para mí, ese fue un momento de una gran emoción. Wow, eso me encantó.
Nos encantaría saber ¿qué consejo le darías a un joven que tenga alguno de los sueños que vos tuviste u otros que puedan parecer inalcanzables?
Primero, para el medio donde trabajamos nosotros, tener autoestima alta, porque la gente en general tiende a “bajar el precio” para pagarte menos, o para poner a un pariente…
Entonces hay que tener arriba la autoestima. Yo siempre digo que “primero la autoestima después el talento”, y que no abandonen los sueños, porque si yo pude lograrlo, de donde vengo, también la gente puede lograrlo.































































