Vive la construcción de su proceso político sin prisa pero sin pausa. No vacila a la hora de señalar que no debe haber mayor honor para un hijo de Maldonado que ser intendente, pero no se distrae del aquí y ahora en cuanto a las responsabilidades que tiene.
Su acercamiento a la política vino por interés propio, no por herencia familiar. Abrazó causas relacionadas con los DDHH y se rebeló contra aquellos que llevaron adelante atropellos en el pasado reciente contra militantes que buscaban una mejor calidad de vida para los uruguayos.
Lo enamoró la figura de José Mujica, a quien conoció de adolescente y supo que aquel hombre, que permitía la horizontalidad en un proyecto político, demostraría años más tarde desde la presidencia que se puede hacer lo que uno piensa y no perder el vínculo con la gente.
Estuvo vinculado a movimientos estudiantiles, es casi abogado, hizo escuela 10 años en la Junta Departamental y hoy representa al departamento.
En diálogo con MERITORIOS, el ciclo de Grupo Portada donde se destaca a personalidades locales por su trayectoria, Joaquín Garlo repasa su vida y deja varios mensajes en clave política.
Nació en Montevideo, pero se vino enseguida a Maldonado, por lo cual afirma con contundencia que documentalmente es capitalino, pero como creció en Maldonado se reivindica como fernandino.
Su infancia y adolescencia fueron aquí, jardín 4, escuela 2 y el liceo en Capuchinas. Creció en el Centro, vivió enfrente al Parque la Loma y luego a unas cuadras de allí.
Siempre le gustó leer y conversar y ese hablar con la gente y ese ejercicio del ida y vuelta con el mundo adulto lo fueron formando en la práctica del diálogo y el entendimiento.
Se recuerda como líder porque le tocó de chico representar a sus pares, en la escuela y el liceo. Atesora los amigos de esa época y los considera un cable a tierra fuera del escenario político.
A los 13 años y por interés propio, llegó a la política. Viene de familia paterna y materna de polos opuestos.
Siempre fue curioso y se acercó a los colectivos vinculados al pasado reciente y de forma inmediata a los 14 años vino su afiliación al Frente Amplio y a los 16 el MPP.
Abrazó la causa de los DDHH cuando comenzó a conocer lo que había pasado en el país en la década del 60 y 70.
Cuando conoció esta historia sintió la necesidad de involucrarse y ser parte. La herramienta de la militancia política era la forma de poder generar las transformaciones sociales.
Su afiliación al F.A. se dió en la búsqueda de los espacios políticos desde las ideas para construir una sociedad mejor, más justa.
Su ingreso al MPP está inexorablemente ligado a José Mujica, Lucía Topolansky o Ernesto Agazzi. “Representaba una forma distinta de hacer política, el vínculo con la sociedad que es la esencia de la militancia. Hablar en una mesa de igual a igual, en la horizontalidad, fue lo que, desde ese lugar, y con apertura a los jóvenes me sedujo”, indicó.
Estudia derecho y está a punto de recibirse porque es su vocación. Ser parte del movimiento estudiantil fue clave, en el centro de estudiantes de la Facultad de Derecho, algo que denomina una escuela muy importante. La docencia siempre lo atrajo y algún día le gustaría llevarla adelante.
Nunca sufrió el desarraigo porque no se fue del todo, iba y venía a la capital, algo que hoy sigue haciendo.
A los 18 años fue electo edil suplente y luego titular 5 años después. La junta departamental fue para él un aprendizaje extraordinario.
El relacionamiento con el resto de los partidos, con quienes piensan diferente y la construcción de vínculos para alcanzar acuerdo fue muy importante.
Cree que el estudio es fundamental para construir una opinión propia y no tocar de oído, por eso fue un espadachín temido por el Partido Nacional desde el legislativo departamental.
Abrazó causas con una agenda muy amplia. Los temas medioambientales ocuparon y ocupan un lugar central. Agradece haber empezado tan joven porque aprendió muchísimo en poco tiempo.
Su vínculo con el presidente Yamandú Orsi viene de familia. El mandatario se ennovio con su tía Laura Alonsopérez, pero él siempre supo separar su familia de la actividad política que supo construir solo, no siendo hijo de, o sobrino de. “Es una construcción propia, no entrar en ella bajo la sombra de fulano o mengano”.
No reniega de los vínculos familiares, pero no los destaca.
Le sorprendió haber sido diputado, dado el corrimiento de legisladores hacia el ejecutivo. Era un desafío importante que trajo cambios en la dinámica de su vida y el cambio de ejercer la representación desde ese lugar. Es una gran satisfacción, alegría y responsabilidad.
“La gente en el mundo descree de la política y el desafío y la responsabilidad es devolver a la gente ejercicio de la representación pública”
Viaja en ómnibus, no maneja, ni piensa hacerlo. Aprovecha los viajes para estudiar o descansar.
Luego del resultado electoral de mayo destaca que el desafío Maldonado es volver a enamorar a la gente con un proyecto político creíble y que reúna el respaldo popular.
¿Intendente 2030? “Sin lugar a duda que no debe haber mayor responsabilidad y honor para un hijo de Maldonado que llevar adelante la responsabilidad de ser intendente” señala. Pero a esto agrega, “uno es uno y sus circunstancias. No distraerse hoy de una responsabilidad eventual mañana” para cerrar el tema.
Joaquín Garlo, ex edil, actual diputado y referente del MPP en Maldonado, es el nuevo entrevistado del ciclo MERITORIOS, de Grupo Portada. Podes ver la entrevista en www.portada.com.uy, todas sus plataformas y en alianza estratégica de contenidos con Canal 2.
































































